Se ha liberado una nueva versión de la distribución de seguridad informática Kali Linux –reencarnación de la antigua BackTrack– que como siempre no escatima en novedades, y profundiza en el espíritu rolling release que debuto en su edición 2.0, hace ya 5 meses, parece que con éxito en su labor de combinar la estabilidad de su base Debian, con lo últimas versiones de programas.
Hablando de esto último, destaca el debut de Kali Linux Package Tracker, que permite informarse por mail o a través de una interfaz web de la llegada de actualizaciones a las diferentes herramientas que dan vida a Kali.
Se ha remodelado también el aspecto general de Kali Tools, el apartado de su web donde podemos consultar la descripción de las diferentes herramientas y de los metapaquetes que facilitan la instalación de un conjunto de ellas, algo importante en una distro tan específica como esta.
En lo que son ya las tripas de la distro destaca la sustitución Wmware Tools por open-VM-tools para mejorar el rendimiento del sistema invitado en entornos virtuales, y la llegada de la edición del kernel 4.3.0
Gnome Shell (3.14) sigue reinando en su edición completa (alrededor de los 3 GB), mientras que vemos que debuta una edición light (1 GB), la cual viene con escritorio Xfce 4.12, y mantiene el look habitual de la distro, como podéis ver en la imagen que abre el post.
Esta edición ligera tiene muchos menos programas instalados por defecto, tanto de uso general como específicos para hacking: nmap, ncat, aircrack-ng, sqlmap o ncrack, son algunos de los que me he encontrado en un primer vistazo.
Seguimos teniendo la edición minimal que si no recuerdo mal se introdujo en Kali Linux 2.0 y las ediciones específicas para dispositivos ARM y máquinas virtuales (Vmware, VirtualBox.), estas últimas deberían estar disponibles para su descarga la próxima semana.
El equipo de Offensive Security sigue trabajando en el desarrollo de Kali Linux, la distribución GNU/Linux basada en Debian y orientada a la seguridad informática, que destaca no solo por incluir una interesante selección de herramientas de hacking sino también por el hecho de dar un excelente soporte a una amplia variedad de plataformas, incluidos dispositivos con procesador ARM, tipo Raspberry Pi, miniordenadores o los tablets y moviles con Android, además de proporcionar imágenes diseñadas para ejecutarse en máquinas virtuales o en la nube (Amazon)
Han pasado ya dos años desde que se lanzó la primera edición de Kali Linux tomando el testigo de Backtrack y de paso abandonando sus raices ubunteras para beber directamente de la fuentes de Debian.
En ese tiempo hemos visto que versión a versión han ido incluyendo caracteristicas tan interesantes como la autodestrucción de datos cifrados (opción “nuke”) para casos de emergencia, el sistema de metapaquetes para agrupar la instalación de programas o entornos, persistencia y cifrado USB Live, soporte EFI o el acceso a software adicional gracias a su Tools Website.
En Kali Linux 1.1.0 nos encontramos con una nueva versión del kernel (3.18), debidamente parcheado para realizar ataques a redes Wi-Fi mediante inyección de tráfico y de paso proporcionar un mejor soporte de los controladores de red.
Se ha mejorado el soporte de hardware respecto a la tecnología Nvidia Optimus y se han actualizado las herramientas de virtualización: virtualbox-tool, openvm-tools y vmware-tools. La mejora en la estabilidad se puede decir que es general y también se percibe un ligero cambio estético a la hora del arranque y en el nuevo fondo de pantalla.
Los usuarios de versiones anteriores de Kali Linux pueden actualizar a esta 1.1.0 desde la terminal ejecutando: